sábado, 22 de diciembre de 2012

Elección

El tiempo pasa y la vida parece que se limita a observarme. Nuevas personalidades y espacios que se almacenan en mi memoria, y que proyectan el cambio que obtendré de los mismos en el futuro, se antojan difuminados por mis dudas. Sin embargo, en el exterior, me mantengo inerte, serena, con la presentación de alguien seguro de sus propias decisiones y ambiciones.

Poco importa lo que opine de estas nuevas realidades, modificaciones que, a pesar de saber de su programada actuación desde hace tiempo, me han pillado completamente desprevenida. Aquí lo único que me mantiene relativamente estable es el deseo (o ruego) de salir adelante, de no verme en el fango de mis fracasos y decepciones, con el que tantas veces me he besado.

La incertidumbre en nosotros mismos para con todo, nos impone nuestro destino "a ciegas". Nos toca siempre lidiar con nuestras elecciones, aunque muchas veces no sepamos los motivos que nos llevan a estas. Y también sabemos (aunque queremos pensar que es una falacia impuesta por la negatividad) que el instinto de supervivencia en el mundo es mucho más fuerte que nuestra felicidad u orgullo.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Maldad

Tú, atrevida rastrera, que te deslizas por los rincones. Tus actos dejan huella allá por donde pasas. Muchos han tratado de personificarte por todos los medios pero todos se quedan en la superficie de la abominación que representas.

Habitas en los más profundo de lo insondable, donde los corazones más duros se resquebrajan de horror al imaginarte. Cuando se cree que desapareces, clavas tus garras en la oscuridad y destrozas la noche con una sola mueca.

Has conseguido que un mundo entero esté pendiendo de un hilo por el poder que tu esencia influye en los débiles e inconscientes. Y no te arrepientes, pues tu naturaleza no tendría sentido sin el disfrute del dolor y muerte que provocas.
Lentamente nos vas deshaciendo, para que vean la luz nuestro peores instintos. No eres materia en sí, pero reposas en todos nosotros y lo haces con gran maestría. Y todo, absolutamente todo, lo haces con devoción y sadismo.

Estamos condenados por ti desde siempre. La Maldad sea contigo.


domingo, 18 de marzo de 2012

La peor tentación

Tan extraño me resulta lo que ultimamente siento que no termino de explicarmelo. Si yo fuera otro pensaría que desvarío, que solo soy una criatura ingenua que quiere caer al vacío sin cuerda solo por la curiosidad de saber que hay al fondo. Las creencias, mis creencias y mi ética, están en un inhóspito juego que me aleja y me acerca hacia ese objeto personificado de mi antítesis.
Esos pensamientos que guarda en su interior me repudian y al mismo tiempo me estremecen con una sensualidad tal, que controlar el fuego se convierte en una ardua tarea. Parece que la atracción hacia lo equivocado, hacia lo que sabes que es erróneo para todo lo que piensas y lo que te rodea, me ha elegido para sufrirlo en carne propia.
La líbido disparada por la oscuridad hacia la claridad de mi alma parece que, para mi horror y sorpresa, está comenzando a ceder lenta y con movilidad exciante. Corrompida me hallo. Ahora quiero ver lo que encuentro en lo más profundo.

Es tan dulcemente humillante caer en la peor de las tentación y ser consciente de ello...

martes, 3 de enero de 2012

2012

El punto que separa el final de una etapa y el inicio de otra a veces es confuso. No lo sientes como tal. Puede ser la sensación la que te previene de lo que va a acontecer en tu vida y entorno...o tal vez es la influencia del mismo el que te da señales.
Sea como sea, ese momento te hace presa de un sentimiento determinado que te llena hasta los bordes y del que tardas en despojarte. En mi caso, es una completa indiferencia hacia todo el proceso realizado en la que miro a mi alrededor como si no hubiera ocurrido nada y simplemente observe las reacciones variadas de todos aquellos que me importan: el llanto de la felicidad por haber sobrevivido un año más, los saltos eufóricos porque has terminado un curso...
Ante esto, ya sea por la presión sometida por tus congéneres para que te unas a su incomprensible alegría momentánea o por simple solidaridad o pena, finges contagiarte del sindrome de cambio brusco.
Y tras pasar esos breves minutos, tu indiferencia cambia a un desasosiego profundo. Temes no comprender nunca por qué somos tan vulnerables al cambio, para bien o para mal. Que jamás podrás semtirte superior al avance de las etapas que marcan tu existencia y vagan sin control por el espacio.

Siento que mucha gente no pueda comprender lo que yo, pobre infelíz, intento explicar con tan insulsas palabras pero ésto es lo que experimento cada vez que ocurre lo ya mencionado.
Fingiré una vez más mi alegría y valentía al pronunciar con gran dificultad las palabras que más se han repetido desde que un reloj marcó engreído el inicio de algo supuestamente grande: Feliz 2012.