viernes, 28 de mayo de 2010

Deja Vu

Un ligero parpadeo que transporta lo más abstractamente indescriptible a mi desgastada materia gris para manifestarse.
Se degusta en el ambiente , creo yo, un aroma de océano de miel congelado en escarcha, imposible de atravesar.
Las manos húmedas y la pupila decreciendo hatsa terminar en un punto clave rodeado de colores pardos y calurosos.

Revolverse, estremecerse, respirar, experimentar, recordar...

Incomprensible mezcla de tanto y tan poco. De lo pasado y lo presente. De lo borroso y lo nítido. De lo soñado y lo vivido.
Pulcro y tímido mi oxígeno inspirado en una calada abusadora. Enloquecido e hiperactivo palpitar de venas indecisas, casi reventadas en dolor y esfuerzo por el instante lúcido.

Un Deja Vu de emociones en la palma de mi mano, agonizante.

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