jueves, 25 de marzo de 2010

Mal carácter

No sé que es lo que estoy haciendo aquí. Me hallo entre cuatro paredes blancas como la cal, embutida en una extraña camisa con los brazos a la espalda y un molesto reloj repasando cada segundo con una lentitud que me irrita. No hay ventanas, la única puerta de metal está cerrada y solo hay una cama y un orinal como decorado. Desconozco cuánto tiempo llevo recluida aquí. No recuerdo quién me ha traido. Cuando intento hacer memoria esta se queda bloqueada y me provoca una intensa e infernal jaqueca que me revienta las sienes. Tan solo consigo acordarme de varios fragmentos de un instante determinado. Vuelvo a sumergirme en la espiral de las lagunas internas.

Recuerdo un sofá. Sí, sí, un sofá marrón de espaldas y en él está sentado alguien. Alguien conocido, sin duda. Lo rodeo y me topo con el severo rostro de mi progenitor. Me está hablando pero noto como si mis oídos estuvieran llenos de agua y solo capto palabras sueltas como "cortes", "estrés", "esquizo...", "no voy a permitir que..." y poco más. No sé que es lo que digo a continuación pero sostengo algo en mi mano, agarrándolo fuertemente. El tono de voz de mi padre comienza a subir de volumen y siento como si en mi cabeza se encendiera algo. Un tic. Entonces todo se tiñe de color rojo (ROJO) y ahí es cuando se corta el recuerdo y mi mente se cierra.

Echo de menos a mi padre. Me gustaría pedirle perdón por mi mal carácter. Prometerle que seré buena, que no me volveré a portal mal...

Algo, un sonido seco resuena sin cesar en mi oído, muy cerca. El reloj. Me pone nerviosa. ¿Por qué no se para? Tengo ganas de destrozarlo y una furia motivada crece en mis manos atadas. No, no puedo. Ese reloj no es mío, debe ser de otra persona. No estaría bien romper algo que no es tuyo.


Aun así quiero hacerlo. Deseo que se calle para siempre. (Risa nerviosa)

Un impulso incontrolable me levanta de la cama y me lleva hacia su sonar. Le doy una fuerte patada y lo tiro contra el suelo. Mis pies delcalzos lo pisotean divertidos. El contenido sale disparado en todas direcciones. Me hiero con algún que otra pieza y un hilillo de sangre sale de entre los dedos pero no me importa. (ROJO ROJO ROJO) Silencio.

(Suspiro ronco)


Necesito relajarme. Quiero salir. Este sitio huele a anestesia y parece que las paredes quisieran aplastarme. Me hace sentir rara, como si estuviera aquí por algún motivo horrible. Culpable como una niña que ha jugado demasiado con fuego y ha acabado quemándose. ¿Por qué?
"Tienes que controlarte. Tienes que controlarte o papá se enfadará..."


¿Cuándo vendrán a por mí? Ya tardan mucho...

No hay comentarios:

Publicar un comentario